sábado, 22 de enero de 2011

Va de cine (I)

Siguiendo con el espíritu constructivo con el que fue creado este blog y a pesar de que como ya he contado en alguna ocasión, lo difícil es hacer una crítica positiva; esta vez, vamos con alguna recomendación cinematográfica. Lo haré dividiendo estas recomendaciones en varias entregas.

He elegido tres películas, cuyo nexo de unión principal es su genero, la ciencia ficción. Todas ellas son de épocas similares (entre 1960 y 1970) y de directores consagrados. En todas ellas, se muestra una sociedad futurista y lo más curioso, quizá, sea observar como cada director con su manera de ver el futuro ha trazado una idea de desarrollo de la vida de los humanos dentro de bastantes años.
Estamos hablando de "Fahrenheit 451", "Lemmy contra Alphaville" y "Cuando el destino nos alcance".

Farenheit 451, quizá sea la más cercana en el tiempo, la acción puede estar desarrollada en los años 90, aunque el autor en su obra no hace ninguna mención de ello. Escenarios bastante minimalistas, que hacen que el paso del tiempo no le siente excesivamente mal.
En el caso de "Lemmy contra Alphaville", Jean-Luc Godard ha preferido moverse en los mismos escenarios existentes en la época en que la obra fue rodada. Será el desarrollo de la historia, la que con sus peculiaridades nos sitúe en una sociedad futura bastante diferente a la nuestra.
Por último, con "Cuando el destino nos alcance" nos desplazamos hasta Nueva York, en el año 2022 y una población de 40 millones de personas. Será esta superpoblación la que haya generado bastantes desigualdades sociales así como la esquilmación de los recursos naturales. Nos encontramos pues con dos escenarios, uno que no dista demasiado de nuestra realidad (más bien de 1974, año en que fue rodada) en el que la gente duerme hacinada en cualquier lugar y el de una élite adinerada, en el que podemos apreciar una bonita decoración de toque futurista de marcada tendencia pop de la época.

Vayamos pues con la primera de esta serie dedicada al cine:

Farenheit 451

Ficha técnica:
Año: 1966
Director: François Truffaut
Guión: F. Truffaut y Jean-Louis Richard
Reparto: Oskar Werner, Julie Christie, Cyril Cusack, Anton Driffring, Alex Scott
Nacionalidad: Reino Unido
Duración: 85 minutos

Este film está basado en la conocida novela de igual nombre del escritor estadounidense Ray Bradbury (Crónicas marcianas, El vino del estío, etc...).

Su título se corresponde con la temperatura a la cual el papel arde (equivalente a 233ºC). El autor víctima de una época en que después de la II Guerra Mundial, tras la masacre de Hiroshima y Nagasaki, el gobierno de los Estados Unidos intentaba trasmitir a la población, gracias a una incipiente cultura televisiva, una sensación de felicidad y bienestar. Gracias al Macarthismo, bajo la amenaza del enemigo comunista, se ahoga cualquier intento de difusión de pensamiento crítico.

En la obra, la lectura está prohibida, no se ve con buenos ojos que cualquier ciudadano se plantee ninguna cuestión política, pues según el gobierno, estas actividades llevan a la infelicidad. La sociedad es estimulada mediante los programas de televisión, actividad altamente recomendada.

Las casas por entonces ya no arden y el cuerpo de bomberos es reconvertido a una nueva misión, encargada de quemar los libros que, gracias a la delación, son encontrados en las casas, escondidos en insólitos lugares.

Guy Montag, es un bombero, que conoce a una mujer perteneciente a una resistencia que se niega a abandonar sus hábitos de lectura. En un principio, Montag no comprende el motivo que empuja a esa gente a amar a los libros, quebrantando por ello las más elementales leyes; pero con el tiempo, acaba por enfrentarse con aquello que hasta aquel momento había defendido incuestionablemente.

Como curiosidad, añadiré este dato:

Los abogados de la Universal (productora de la cinta) querían que no se quemaran los libros de Faulkner, Sarte, Proust, Genet, Salinger, Audiberti, ...: "Limítese a los libros que pertenezcan al dominio público", dicen por temor a eventuales procesos. Eso sería absurdo. He consultado a un abogado de Londres que afirma: "Ningún problema. Tiene usted todo el derecho de citar todos los títulos y autores que quiera". Habrá tantas citas en Farenheit 451 como en los once films de Godard juntos... Sólo hoy me he dado cuenta de que es imposible dejar caer los libros fuera de cuadro en esta película. Debo acompañar su caída hasta el suelo. Los libros son aquí personajes, y cortar su trayecto equivale a dejar fuera de cuadro la cabeza de un actor. Notaba que algunos planos de la película eran malos desde el principio y ahora comprendo que era a causa de esto.

François Truffaut

Música de fondo: Bernard Herrmann.

2 comentarios:

FARAONDEMETAL dijo...

Gran novela y gran película. Tratan un tema que pudiera ser muy actual, por desgracia. La aborregación de la plebe.

Chivuco dijo...

Sí, al igual que "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, algo tuvo, por desgracia de premonitoria.

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