martes, 12 de enero de 2010

Compasión por el diablo

Los años ochenta no siempre fueron buenos tiempos para la lírica. La invasión de los productos de síntesis hicieron furor, dejando lo natural a un lado. Asistimos a la llegada de grupos con instrumentos musicales electrónicos programables tocados por bufones disfrazados de maniquíes de plástico bajo los efectos de drogas de diseño emitiendo machaconas y simples melodías.
The Rolling Stones, ese grupo capaz de lo mejor y lo peor también nadaron en las turbias aguas de aquella época de transición. Sus satánicas majestades, aquellos que tocaron fondo cayendo en picado desde lo más alto, tampoco se escaparon del declive musical de la década decadente.
Pero, rebobinemos y quedémonos unos años más atrás, hacía la primera mitad de los años sesenta. El panorama musical inglés, estaba en plena efervescencia. Multitud de grupos arrastrados por la estela del torbellino que desataron The Beatles comenzaban a surgir en escena. Entre ellos y a pesar de lo que pudiera parecer, ayudados en todo momento por el cuarteto fabuloso: Los Stones, o, los "Rolin", como se les conocía por aquí. De su talento, da buena cuenta el documental "Sympathy for the devil".
En él, un Jean Luc Godard impregnado de la "cultura obrera", decidió pasarse por el estudio en el que estaban grabando, siendo casualidad que el tema fuese este. Aderezado con toques de situacionismo, el film recoge desde los primeros esbozos de su conocidísimo tema, pasando por una elaboración rococó que posteriormente es pulida, y simplificada. Por aquella época, Godard se encontraba inmerso en lo que poco después estallaría en el mayo francés. Marxismo-leninismo, Maoismo, la guerra de Vietnam, Che... dentro de una estética surrealista, donde una especie de panteras negras londinenses lanzan discursos sobre cultura negra mientras alguien escribe mensajes en las paredes. Sin duda, el gran interrogante que se nos plantea al ver el importante documento sonoro es "¿Quien coño contrató a Watts?"

1 comentario:

Anónimo dijo...

y lo que no dirá y se lo guardará para él mismo.

¿pudo ser ahí cuando keith se esnifó al "viejo"??

lo del cocotero se que fue después

Game Over

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