jueves, 17 de noviembre de 2016

Rutas en Bici - 06 (Campoo): Alto Campoo

Desde Abiada a Brañavieja visitando Cuencagen y bajando por Peña Hincá.


Distancia: 14 Km.
Duración aprox.: 1h 20''.
Altura máxima : 1663 m.
Altura mínima : 1061 m.
Desnivel de subida acumulado: 602 m.
Dificultad técnica: Media.
Dificultad física: Media.
Tipo de Vía: Pista forestal.

Para comenzar la ruta propuesta deberemos dirigirnos al pueblo de Abiada. Allí, subiremos hasta el barrio de arriba, Encimabiá, desde donde parte la pista que tomaremos.

Nuestro recorrido coincidirá en esta primera parte con el Maroquil, un antiguo camino que subía a Brañavieja y que hoy se encuentra prácticamente desaparecido.

Atravesaremos el puente Torceda y llegaremos a un cruce donde un cartel de madera que nos informa que allí comienza el sendero PR S-81.
Frente a nosotros, Pico Cordel.
Encaramos la subida, por lo general bastante tendida y atravesamos la zona conocida como "La Prá".
Nos toparemos con los invernales de Sopeña, varias cabañas ganaderas, algunas de las cuales se encuentran hoy en un estado de conservación bastante deteriorado como la de Calgosio.


Siguiendo el curso de la pista nos adentraremos en El Acebal de Abiada. Será en este peculiar y atractivo bosque donde vamos a encontrar algunos tramos técnicos con abundantes piedras que nos difícultarán un poco la subida.


Una vez que dejamos atrás el acebal, llegamos a un abertal llamado "Prao Nestosa". Atravesaremos este pastizal hasta encontrar en la parte mas alta un puente sobre el que pasaremos. A partir de este punto, un duro Km. con un fuerte desnivel nos obligará a bajarnos de la bici en más de una ocasión.


Llegaremos entonces al refugio del Club Taharrierro, en el aparcamiento de la primigenia estación de esquí, en la zona donde estaban las pistas de "Los Tubos".
En este punto, podemos tomar la carretera hasta el poblado de Brañavieja para continuar el ascenso hasta Cuencagen.



Este pequeño recorrido de 6 Km. comienza en el inicio de la carretera que va al Mirador de la Fuente del Chivo, junto al Albergue Cantabria. Desde ese punto, subiremos por una pista en buen estado sin mucha dificultad hasta llegar a una cabaña ganadera. A partir de este punto, la bici nos va a suponer un lastre innecesario. Si queremos recorrer este terreno, la mejor opción es que lo hagamos caminando.



Una vez nos hayamos deleitado de las excelentes vistas, nos dispondremos a retomar el camino de regreso, por la misma pista por la que subimos, hasta llegar de nuevo a Brañavieja.

Allí, en el aparcamiento tomaremos un camino que nace frente a una cabaña particular y encararemos una pequeña subida hasta unas antenas de telecomunicaciones existentes en un alto denominado "Peña Hincá".

En ese punto comienza el descenso a través de una pista con piedra suelta, ciclable en su totalidad.

Nuestra bajada discurrirá por varias construcciones de origen ganadero, como el invernal del Brañizo y la cabaña del Calamuco. A nuestra derecha, veremos las ruinas de los invernales de El Henar.

Ya de regreso a Abiada, pasaremos sobre un puente que atraviesa el Rio Guares en una zona conocida como "El pozo de la Ureña", un salto de agua que nos deja un bonito paisaje.


Puedes ver la ruta en Wikiloc aquí: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15327128

Para bajar el track, puedes hacerlo desde este enlace.

domingo, 28 de agosto de 2016

La Camperona



Subida a La Camperona (León). Etapa 8ª de la Vuelta Ciclista a España 2016.

sábado, 16 de julio de 2016

Rutas en bici - 05 (Campoo -Los Valles): Monte Endino

Recorriendo el Monte Endino.

Distancia: 28 Km.
Duración aprox.: 2h 30''.
Altura máxima : 1545 m.
Altura mínima : 855 m.
Dificultad técnica: Media-Baja.
Dificultad física: Media.
Tipo de Vía: Pista forestal.



En esta ocasión vamos a desplazarnos por una ruta fronteriza entre el valle de Valdeolea por un lado y la Hermandad de Campoo de Suso y Campoo de Enmedio por el otro, lindando en su tramo final con la vecina comunidad de Palencia.

A pesar de la reducida longitud del recorrido propuesto, creo que es un itinerario que merece la pena resaltar, dado el importante valor paisajístico del que disfrutaremos, no sólo al coronar el punto más alto, sino durante todo el trayecto.

Comenzaremos nuestra ruta en Matamorosa, donde tomaremos la carretera CA-284. Un poco antes de llegar a la última curva cerrada, tomaremos una pista que se adentra en el monte


Nos adentraremos dentro del robledal por una cómoda pista forestal que en su tramo final irá reduciendo su anchura. Llegado a un punto en el que la pista desaparece, nos tocará portear la bici unos escasos 100m. hasta enlazar con la pista que nos llevará hasta la cumbre.


Una vez que iniciamos el SL-S 30, a escasos metros el desnivel se va incrementando hasta llegar al robledal que nos acompañará a lo largo de la mayor parte de la ascensión. Una vez allí, deberemos superar una portilla ganadera. A partir de este punto, la subida es bastante tendida y cómoda para poder disfrutar del entorno en todo su esplendor. Algunos claros nos permitirán asomarnos al paisaje, que nos adelanta lo que vamos a poder encontrarnos en nuestro paseo, con Reinosa bajo nosotros, el Pantano del Ebro al fondo y Alto Campoo en dirección opuesta.



Si quisiéramos realizar un descenso desde este punto, aquí nos encontramos con la primera alternativa que nos llevará directos al pueblo de Olea. Este tramo de 3Km. discurre a través de una pista que se encuentra en un estado de conservación muy deteriorado, habiendo perdido gran parte del manto de tierra y piedras y dejando al descubierto pequeñas rocas sueltas que nos dificultaran la bajada. En este caso, no vamos a descender y siguiendo las indicaciones de un cartel, giraremos a nuestra derecha para comenzar de nuevo una subida pronunciada a través de una pista en mal estado con roca desnuda y piedras sueltas.


A escasos metros llegaremos a la primera cumbre, el Sestil del Endino, que alberga un vértice geodésico del IGN. Desde este punto ya podemos empezar a disfrutar de unas excelentes vistas de todo el Valle de Campoo y la Montaña Palentina.


Nuestro ascenso no terminará en esta falsa cumbre, sino que tendremos que seguir subiendo hasta Peña Castrillo. A partir de este momento, deberemos desplazarnos campo a través, siguiendo una pequeña loma, restos de lo que fueron trincheras empleadas por el frente republicano durante la Guerra Civil Española. Antes de llegar al buzón que nos indica que hemos llegado a nuestro destino, deberemos atravesar las ruinas de unos muros defensivos.
Según algunos estudios recientes, estos fueron edificados en la Edad Media y fueron empleados en algunos conflictos armados modernos como la Guerra de la Independencia o Las Guerras Carlistas y más recientemente en la Guerra Civil.



Mirando de frente siguiendo el trazado de la ascensión, vemos Cuesta Labra, monte que nos lleva a Peña Rubia. Siguiendo su trazado hacia el sur, vemos al fondo Valdecebollas. A su derecha, algo más cercanos a nosotros, los molinos eólicos del Cocoto, monte tras el que se esconde Barruelo. Girando un poco más hacia la derecha, llegamos a distinguir Aguilar de Campoo y sus alrededores.

Si nos asomamos desde la cumbre en dirección al norte, veremos que nos encontramos sobre el hayedo de Monte Mayor.
Avanzando un poco más la vista, un pequeño monte denominado La Guariza y al fondo, los montes que conforman la Sierra del Cordel, empezando por el Liguardi. A su izquierda, La Tabla, Pico Cordel, el Iján y el Cornón. En ese punto, enlazado a través del Collado de la Fuente del Chivo, nos encontramos con la Sierra del Hijar. Siguiendo la línea imaginaria veríamos el Pico Tres Mares, Las Hoyas, Cuchillón y Cueto Mañín.




Para terminar la ruta, descenderemos, esta vez con el Pantano del Ebro frente a nosotros, por parte del camino ya recorrido en dirección al vértice geodésico. Allí nos dejaremos caer campo a través hasta enlazar con una pista que nos permitirá disfrutar de una larga bajada. Culminado el descenso, llegaremos a la zona de Fuente Arenosa. Allí, tomaremos una pista que comunica Mata de Hoz con el collado Somahoz. Un poco antes de llegar a la carretera de Espinilla a Barruelo, rodaremos campo a través hasta coger la pista que nos llevará a Monte Mayor. Descenderemos por el hasta llegar al pueblo de Izara. A partir de ese punto, retornaremos a nuestro punto inicial a través de carretera.



Desde este enlace podéis descargar el track en formato GPX

jueves, 5 de mayo de 2016

La pirámide del Puerto del Escudo

El golpe de estado militar de 18 de Junio de 1936, la guerra civil que desencadenó, así como los posteriores 40 años de autocracia que le sucedieron, forman parte de nuestra reciente y ruinosa historia.
La insostenibilidad de aquel agonizante régimen político se dejó morir al mismo tiempo que la vida del tirano en la que se sostenía se apagaba. Aquel monocultivo ideológico nacional-católico, al fin se derrumbó y dio paso a una nueva etapa.

El cambio de sistema político a penas suscitó rechazo entre quienes habían formado parte del régimen fascista. Destacados pilares de la dictadura en cualquiera de sus ramas, eran reciclados como miembros de una nueva democracia.
Del mismo modo, los sucesivos gobiernos que tomaron las riendas en nuestro parlamento, no fueron capaces de conceptuar con justicia aquella negra etapa.

Hoy, 41 años más tarde de la muerte del dictador Francisco Franco, con más sombras que luces, seguimos sin revisar nuestra reciente historia y el punto de vista impuesto por los vencedores aun prevalece y es dado por válido por un sector de población desinformada.

A pesar de la contundencia del análisis político de la práctica totalidad de la comunidad internacional de historiadores, en el plano político, tan sólo han habido algunos tibios intentos por esclarecer aquellos lamentables sucesos. En realidad, la estrategia ha sido dejar pasar el tiempo para que las ruinas desaparezcan por si mismas y el tiempo y la tierra cubran aquella realidad.

Nuestro presente está repleto de aquellos vestigios que conforman nuestro paisaje y nuestra memoria colectiva. Hoy a penas quedan personas que formaran parte de aquella triste guerra civil y su testimonio, el de los vencidos, no ha gozado de la suficiente repercusión.

Del mismo modo, los vestigios de aquellas batallas se esconden en nuestros montes rodeadas de maleza y sin ningún signo que apunte a que allí se vivieron los más tristes episodios de nuestro pasado reciente.

A lo largo de nuestra geografía, podemos encontrar aun ruinosos y silenciosos indicios de esta guerra civil y de los sucesivos gestos de superioridad sobre el adversario que levantó la nueva dictadura.

Mientras que los defensores del gobierno legítimo de la república quedaron enterrados en fosas comunes o en las cunetas de nuestros caminos a los que eran arrojados para borrar su memoria, enormes panteones y monumentos rendían tributo a quienes dieron su vida por la victoria del bando sedicioso.

Un ejemplo lo constituye la sorprendente construcción que se encuentra a 983m. de altitud en el límite entre Burgos y Cantabria.

Un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido.
Se trata de una pirámide de cemento forrado con plazas de piedra de 20 metros de altura erguida sobre una base de 10m.X10m. Fue construida por encargo de Franco en 1939 y en su interior se depositaron los cuerpos de 372 soldados italianos que murieron en una de las batallas más sangrientas de la Guerra Civil Española.

Dentro de la ayuda que Benito Mussolini otorgó al bando nacional sublevado, se incluyó una partida de 140.00 Camisas Negras que lucharon para derrocar el gobierno de la República Española.
Entre estos, una facción del CTV (Corpo Tuppe Volontaire) denominada División 23 de marzo, se enfrentó en las proximidades del Puerto del Escudo a la División 55 montañesa de choque.
Para evitar el avance de las tropas rebeldes hacia Santander, 22 batallones republicanos permanecieron en este estratégico emplazamiento donde se libró la feroz batalla.

Esta zona, una vez destruido el "cinturón de hierro" de Bilbao, era paso obligado para la toma de Santander.
El 17 de Agosto de 1937 se pierden las posiciones del puerto del Escudo. Los militares del bando golpista, reagrupados junto a los procedentes del norte de Burgos y Palencia, una vez atravesada la Sierra del Híjar, se dirigen a la capital, que será tomada el 26 de Agosto de ese año.

Esta pírrica victoria, deja en el grupo de italianos importantes bajas. En agradecimiento a su respaldo, Franco llega a un acuerdo con el conde Galeazzo Ciano, yerno de Mussolini y Ministro de Asuntos Exteriores para construir un lugar en el que reposaran los restos de los fallecidos. Para la construcción de este monumento funerario se empleó mano de obra forzosa de alrededor de 50 presos republicanos. Una vez concluida la obra, será el propio Conde Ciano quien asista para supervisar el entierro de los legionarios fascistas.



Una gran "M" dedicada a Mussolini que daba acceso a la estancia fue tapiada al exhumar en 1975 los restos de los italianos que reposaban allí. Estos fueron trasladados al la iglesia de San Antonio de Padua, en Zaragoza. Edificio que fue financiado por el gobierno del Duce y construida entre 1937 y 1940. De esta forma, el terreno sobre el que se asienta la pirámide dejó de ser de titularidad italiana.

Hoy, para visitar los restos de esta megalómana construcción, nos habremos de dirigir a través de la N-623 hasta el punto kilométrico 92 donde encontraremos un pequeño aparcamiento junto a la carretera. En frente, una valla protege la salida del ganado que pasta por el terreno, pero podremos atravesarla sin problemas y subir por una antiguo camino ahora colonizado por la vegetación.

En la entrada del edificio, a pesar de haber sido cerrada con un muro de ladrillos, una brecha abierta nos permite acceder a su interior. En él podemos observar una estancia circular en la que se encuentran 360 nichos.
Al fondo, tan sólo quedan unos restos de lo que fuera un altar. En el centro de la bóveda del techo, un óculo permite la entrada de luz procedente de dos cruces que coronan la pirámide y que iluminan la inscripción "Presente Presente Presente" que se haya sobre la puerta de acceso.


Ortofoto de la pirámide. Geolocalización 43º02'24.3N 3º52'41.4''W
En ambos lados de la entrada, podemos ver dos trampillas, una de ellas con una escalera que nos permite bajar a la cripta en el que se pueden ver 12 nichos de mayor tamaño donde depositaron los restos de los oficiales muertos en el combate.

La lista de italianos fallecidos en este lugar no terminaría al concluir la guerra. El 21 de mayo de 1971, un autobús en el que viajaban excombatientes que sobrevivieron a la batalla, así como varios familiares de los allí enterrados, tuvo un fatal accidente cayendo por un terraplén a escasos metros de donde se yergue la pirámide. 12 muertos y varios heridos fue el balance del suceso. Poco después de esta eventualidad, los restos de los 372 legionarios fue trasladado a su nuevo emplazamiento en el Sacrario Militare Italiano de Zaragoza.


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