En fechas próximas (5 de mayo) se cumplirán 190 años del nacimiento de Karl Marx.
Desde "El mundo de Chivo" queremos rendir un homenaje al que probablemente haya sido el filosofo más influyente de todos los tiempos.
No voy a hablaros de su impresionante obra y tampoco de su vida privada, aunque si os interesa el tema, os puedo recomendar un libro.
Se trata de el titulado "Marx (sin ismos)" de la editorial "Viejo topo", escrito por Francisco Fernandez Buey y publicado en 1999. Pinchando en el título podréis acceder al prologo.
En este libro, el marxistologo Fdez. Buey hace un repaso de la que fuera su vida, para de esta manera entender mejor como fue el desarrollo de su extensa obra.
Mi homenaje a Marx, es un tanto especial. Os quiero hablar del sitio en el que reposan sus huesos y el de su mujer y sus hijas. Se trata del cementerio Highgate, en Londres.
Este cementerio fue construido en 1839 debido al desorbitado crecimiento que sufrió Londres en esa época, pasando de tener un millón de habitantes en 1800 a 2,3 millones en 1850.
Este crecimiento hizo que los pequeños cementerios de las céntricas iglesias quedasen rápidamente saturados, por lo que fue necesario construir siete grandes grandes cementerios en las afueras de la ciudad. En estos cementerios que a su vez eran grandes espacios verdes para pasear las familias adineradas comenzaron a construir grandes mausoleos, por lo que estos nuevos cementerios se convirtieron en lugares repletos de joyas arquitectónicas.
En este cementerio están enterradas 168.000 personas en 52.000 tumbas, entre las que podríamos destacar, además de a Marx, a la escritora George Elliot o Michael Faraday, padre de la electricidad. Podéis ver una lista más extensa en este enlace.
Junto a Marx, están enterradas, su mujer Jenny von Westphalen, su hija Eleonora, su hija su nieto Harry Longuet y lo más sorprendente, Helena Demuth, la mujer que cuidaba su casa y con quien tuvo un hijo secreto.
En el marmol, dos inscripciones: "Workers of all lands, unite" y "The philosophers have only interpreted the world in various ways. The point however is to change it."
Cuando fui a visitarle, me sorprendió al entrar, que unas mujeres en la puerta con pinta de religiosas y una hucha colgada al cuello (motivo este que confirmó mis sospechas) me cobrasen entrada por ver la tumba de Karl, y no sólo esto, sino que como llevaba cámara de fotos me hicieron pagar una libra más (me pedían dos las muy ratas) y si me descuido me venden un plano con el itinerario a seguir para ver su tumba. Creo que me vieron la cara y me indicaron donde se encontraba gratis.
Aquí podéis acceder al discurso leído por su amigo Fredich Engels el día de su entierro.
Su hija Laura, quien se suicidó en 1911 junto con su marido Paul Lafargue para evitar el deterioro físico e intelectual de la edad, están enterrados en El muro de los federados del cementerio parisino Père Lachaise, donde habían sido fusilados cientos de obreros de la Comuna de Paris. En su funeral hablaron Lenin, Franz Mehring y destacados dirigentes del socialismo francés. En este famoso cementerio, encontramos las tumbas de Jim Morrison, Edith Piaf o Oscar Wilde, entre otros.
Como curiosidad, la carta que Marx escribió en 1866 a François Lafargue, padre de su yerno y negociante de vino en burdeos en agradecimiento por el envío de unas cajas de vino, ya que Marx y Engels, eran amantes de los buenos caldos.
Pude leer esta frase en el restaurante "Yerbabuena" de Santander, escrito en la carta de platos:
"Siendo yo mismo natural de una afamada región vinícola y descendiente de una familia propietaria de viñedos, puedo apreciar la calidad de un buen vino cuando la ocasión me lo depara. Comparto también de alguna manera, aun considerando las excepciones de toda regla, la opinión del viejo Lutero sobre la poca valía de los hombres que no saben apreciar un buen vino".
Musica de fondo: "Rascayú, cuando mueras que harás tú." de Bonet de San Pedro y los Siete de Palma (1942).
