miércoles, 21 de noviembre de 2012

Reloj de sol

Hoy día en el que casi todo el mundo lleva encima un teléfono con un reloj perfectamente sincronizado con su operador de telecomunicaciones, parece casi un objeto exótico y obsoleto, más que una útil, barata y además ornamental herramienta. Aun así, varios miles de años después de su invención aun sigue despertando pasiones. Me estoy refiriendo al reloj de sol.

Reloj de sol en Otos, Valencia.

Interesante objeto este, con un fundamento científico bastante sencillo en su origen. Si decidimos construir uno, además de divertirnos haciéndolo, podremos disfrutar durante muchos años de un elemento que nos recordará constantemente que la vida tiene su motor en el ciclo de movimientos aparentes del sol.

En nuestra sociedad, un modelo de producción capitalista nos obliga a ser esclavos del tiempo. La construcción de un reloj de sol, además de proporcionarnos un bonito pasatiempo para realizar un objeto decorativo, tal vez nos acerque a un modo diferente de entender la vida.
Una observación ocasional y pausada de un reloj de sol, nos permitirá sentirnos más libres y menos ligados a estrictos controles horarios.

Existen varios tipos de relojes de sol, tanto portátiles como fijos. Pudiendo ser estos horizontales (analemático, reflejado), verticales (meridional, declinante, occidental, oriental, inclinado) o cilíldricos (interior, polar) . A los que me voy a referir en este artículo son a los que van colocados en la pared, es decir, el tipo vertical meridional.

En la red existen multitud de sitios con información precisa. El objetivo de este artículo no es sino acercar algunos fundamentos sobre los relojes de sol.

Necesitaremos una varilla de unos 35 cm de larga (gnomón) que alojaremos en una superficie de unos 50 X 50 cm.

Hallaremos el centro de la superficie en la que vamos a fabricar el reloj y será en este punto en el que insertaremos la varilla que proyectará la sombra (gnomón).
La varilla debe ser doblada en un ángulo con la pared igual a la co-latitud del lugar. Es decir, el ángulo complementario de la latitud. Dicho de otro modo, 90º - latitud geográfica.
De este modo situamos el gnomón paralelo al eje imaginario terrestre, para que no cambie de posición relativa con respecto a la órbita alrededor del sol.
Para conocer nuestra latitud exacta podemos consultar cualquier atlas.
Pongamos por ejemplo nuestra latitud (42º), la inclinación del gnomón será 90º-42º=48º


Para la colocación del reloj, es imprescindible disponer de una pared orientada hacia el sur. Para conocer la orientación del muro en el que vamos a colocar el reloj, no nos valdrá una brújula, pues el norte magnético no se corresponde exactamente con el norte geográfico.


 El método que seguiremos consistirá en clavar un día soleado un palo completamente vertical sobre el suelo (X). Marcaremos con una estaca el extremo de la sombra que proyecta por la mañana (A). Dibujaremos una circunferencia con centro en el palo y radio hasta la estaca.
Por la tarde, la sombra del palo tocará la circunferencia que hemos trazado en otro punto, colocaremos en ese punto otra estaca (B). La bisectriz obtenida de los dos puntos A y B, será el eje Norte-Sur geográfico.
Conocido este punto, debemos prolongar este eje hasta el pie de la pared y calzar correctamente el reloj para que esté orientado correctamente al sur geográfico y sea perfectamente perpendicular al horizonte.

Para el marcado de las horas, tendremos en cuenta que en verano las dos primeras horas del día y las dos últimas, el sol no incide sobre el reloj, por lo que tendremos que marcarlas llegado el invierno.
Eligiendo un día soleado nos ayudaremos de nuestro reloj de pulsera y a cada hora haremos una marca en el punto que marque la sombra el gnomón.



Dado que la trayectoria de la Tierra alrededor del sol no es circular sino elíptica, la velocidad con la que se desplaza respecto al sol no siempre es la misma. Puesto que el tiempo que empleamos como medida siempre se desarrolla a la misma velocidad, deberemos tener en cuenta la siguiente tabla de compensación horaria para nuestro reloj solar.
Esta gráfica muestra los doce meses del año y una serie de minutos positivos y negativos que serán los que habremos de añadir a la lectura que nos dé el reloj para conocer la hora exacta.
Podemos añadir esta gráfica a nuestro reloj y así facilitar una lectura más precisa.
Podemos también añadir el recordatorio de que en invierno nuestros relojes llevan una hora de adelanto respecto a la hora solar y dos horas en verano.


Este de la imagen superior, fue el reloj de sol que hace algún tiempo empecé a construir y que aun hoy permanece inconcluso. Fue realizado con una placa de mármol en la que con ayuda de un pequeño taladro de bricolaje hice los dibujos en bajorelieve. Para el gnomón emplee una varilla roscada de latón. Si os fijáis, en su parte superior izquierda dibujé una gráfica de compensación horaria. A su derecha un sol indica que en verano hay que sumar una hora a la indicada por el gnomón y un copo de nieve nos dice que en invierno serán dos horas a añadir a la lectura. Comencé a hacerle marcas a lápiz para contrastando con la hora que me indicaba mi reloj de pulsera poder ponerle en hora, pero debido a que su orientación no es del todo correcta, no me fue posible poder hacerle la calibración. En la leyenda reza "Nihil sine sole" o lo que es lo mismo, nada sin el sol, o sea, que si no hay sol, el reloj no funciona.

Parte de la información contenida en este artículo ha sido extraída del interesante libro "Ingenios solares" de José Manuel Jimenez, "Super".
http://www.relojandalusi.org es un sitio con información bastante completa.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Agustín, que la tierra te sea leve

Mi sorpresa ante la poca difusión de la noticia de la desaparición ayer de la gran mente de Agustín García Calvo, me lleva a por lo menos rendirle un pequeño homenaje en este vuestro espacio.

Este es el blog de su editorial, Lucina, con todas las novedades y sus últimas intervenciones públicas:
Blog Editorial Lucina (Desde este enlace podéis adquirir online todas sus obras).

Aquí, algunos de los artículos escritos en "El País"

Un breve biografía y algunos vídeos en este enlace.







Y una despedida musical:

Chicho Sanchez Ferlosio interpretando el tema "Tu cuya mano", escrito por Agustín:


El mismo tema versionado por Amancio Prada:

"El mundo que yo no viva" cantado por Chicho y Amancio:

Encargado por Joaquín Leguina cuando fue presidente de la Comunidad de Madrid, Agustín elaboró su himno, aquí podemos verle recitando su obra junto a su compañera Isabel Escudero:

Game Over

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