viernes, 20 de agosto de 2010

Diapositivas

Tuve la suerte en fechas recientes de adquirir un proyector de diapositivas a un precio de risa. Gracias a esto, he podido rescatar mi pequeño archivo "diapográfico" y de paso he decidido que este será el modo de que mis queridas cámaras de carrete de 35 mm. vuelvan a la vida.
De momento, junto con el redescubrimiento de este fantástico mundo de luces y color, mi primera sorpresa ha sido el precio de los carretes de diapositivas que de momento van sobreviviendo a la amenaza de muerte de los procedimientos químicos por el incipiente fenómeno digital.

Tan sólo me queda terminar el proceso, es decir, acabar el carrete recién adquirido, degustar de nuevo el "clac" mecánico de mi Nikon FM2 y esperar los tiempos de revelado y el precio para poder hacer una valoración completa de mi reencuentro con el soporte fotográfico por excelencia.
Acabo de realizar un par de pruebas fotografiando la pantalla para digitalizar alguna diapositiva. Tras visualizar la imagen proyectada en una pantalla, con sus colores radiantes, sorprende y mucho la perdida de luminosidad y color que sacamos de este modo. Pero bueno, esto tan sólo ha sido una pequeña prueba. Investigaré un poco más y seguro que modificando el balance de blancos conseguiré algo medio decente.
Las imágenes que acompañas al artículo son de un par de pruebas que acabo de hacer sin corregir ni tan siquiera el paralelaje con la pantalla.

Música de fondo: "Todo es de color" de Lole y Manuel.

Game Over

Game Over