martes, 11 de agosto de 2009

La calle de la abadía

Un servidor, retratado por Daniel.

El 8 de agosto de 1969 a las 10:35, después de un breve almuerzo en casa de Paul, a unos escasos 50 metros del lugar, era realizada por Ian McMillan una de las portadas de disco más famosas de la historia. También una de las más parodiadas.

El contenido no sería menos importante, pero dejemos a un lado el aspecto musical.


Cargada de significado para millones de personas seguidoras de los 4 fabulosos (¿Serian tres tan sólo?) la portada dio pie a tribulaciones sobre las sospechas ya existentes de que Paul McCartney había muerto.
John, de blanco, sería el sacerdote, Ringo el hombre de la funeraria, George el enterrador y Paul, claro, el muerto. Así lo afirmaban señales como que tenía los ojos cerrados, el paso cambiado respecto a los otros tres, llevaba el cigarrillo en su mano derecha siendo zurdo (lo que no dejaba lugar a dudas, se trataba de un actor), su indumentaria blanca y el hecho de ir descalzo (en algunas culturas se incinera a los muertos de este modo).
Otro dato sin duda clarificador era el VW Beetle (escarabajo) cuya matricula (LMW 281F) fue interpretada como 28 IF, 28 años tendría si viviese.


Homenaje del Beatles Soul Cantabria.

Game Over

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